jueves, julio 26, 2007

Tranquilos por las piedras...


Me aguanté de escribir durante la participación de la Roja sub-20 en el reciente Campeonato Mundial de la categoría. En primer lugar, para no ser jetta (aunque mi racionalidad lo deplora, soy un cabalero de tomo y lomo); y en segundo lugar, para tomar cierta distancia y no escribir con la cabeza caliente, producto del exitismo o de la rabia y la decepción.

Como ya pasaron algunos días, me aboco a la inevitable tarea, considerando la marcada orientación deportiva de esta humilde tribuna.

Para comenzar, vaya un merecido elogio a la actuación general del representativo chileno. Está más que claro que desplegaron una faena excepcional, considerando nuestro historial deportivo. Dentro de la cancha fueron -salvo puntuales y momentáneas excepciones-, un real equipo, con una línea de juego clara, funciones definidas, compañerismo, solidaridad, afán ofensivo y orden en todas sus líneas (sobre todo en el bloque defensivo). Clara influencia de su cuerpo técnico, comandado por un viejo zorro, como es José Sulantay, que tiene la receta para manejar grupos humanos, sobre todo si se trata de jóvenes; baste ver los públicos tirones de orejas que se llevaron un par de jugadores por una falta que podría considerarse "menor". El hombre la tenía clara.

Bien, además, por el destape de figuras ascendentes (además de los que ya descollaban en la primera línea de sus equipos de origen, léase Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Mathias Vidangossy y, en menor medida, Gary Medel y Dagoberto Currimilla).

Para comenzar, un muy buen arquero: Christopher Toselli tiene buenos fundamentos, excelentes reflejos y, lo más importante, demostró tener la cabeza fría y transmitió seguridad a sus compañeros, dirigiendo al bloque defensivo con bastante éxito; no puedo decir que estuve pegado al televisor en todos y cada uno de los partidos, pero sólo le contabilicé un error grosero (una salida a cortar un centro largo, totalmente a destiempo, sobre el final de un partido, situación que ayudó a salvar Nicolás Larrondo), lo que habla de su gran regularidad.

Efectivísimos colaboradores de Toselli fueron los integrantes del trío defensivo. Tanto así, que considero injusto el festival de flores que se dejan caer sobre el portero récord, sin hablar de todo el bloque posterior... Muy bien Hans Martínez, cubriendo las espaldas a sus compañeros, manejando los tiempos con una precisión tan alemana como su nombre de pila y, lo que es mejor, jugando bien la pelota. Regularísimo el ya nombrado Larrondo, salvo durante la semifinal frente a Argentina, con los resultados por todos conocidos (sobre todo en el primer gol, del flaco Di María). Y muy por sobre lo que pudiéramos haber esperado de él -considerando su bajo perfil-, estuvo el Moai Cristián Suárez; con algunos ripios a la hora de jugar la pelota, pero fiero y aplicado como pocos, buen cabeceador y, lo que no es poco decir, lo mejorcito de Chile frente a Argentina. Alternó con ellos (y también en el medioterreno defensivo) el larguirucho Eric Godoy, más discreto que sus compañeros, pero cumplidor.

En el medio, un perro de presa como Gary Medel, que rindió a gran altura (en un balance futbolístico general, está entre los 4 ó 5 más destacables), empañando todo lo bueno que había hecho por un par de segundos de calentura... Culpas compartidas... Además, un jugador todoterreno como el Huaso Mauricio Isla, viejo conocido de Sulantay (quien lo tiene integrado a su trabajo desde el proceso de la anterior sub-20, la de Matías Fernández y Cía., cuando el nativo de Buin se empinaba recién sobre los 15 años), elevado a la categoría de Hijo Ilustre de su comuna y verdadero motor del equipo... Por las bandas, dos avezados en lides mayores: el capitán Carlos Carmona, con ya varias temporadas en Primera A y veterano del Mundial sub-20 anterior; y el jugadorazo (pero, por momentos, disperso e individualista) Arturo Vidal, con la experiencia de ser titular nada menos que en el Colo-Colo de Borghi, múltiple campeón local y con actuaciones internacionales de cierta trascendencia... Alternando con ellos, el citado Godoy y el Chino Cristián Sepúlveda, otro cumplidor y el más que destacable, batallador y correcaminos, Dagoberto Currimilla (que terminó quedándose como titular ante las lesiones de sus compañeros).

Más adelantados, dos talentos: Vidangossy, habilidoso como pocos, de juego vistosísimo, también generoso con sus compañeros... Pero con lagunas, abusando a veces del regate (haciendo una de más, o dos, o tres...) y desapareciendo en momentos claves de un par de encuentros (de todos modos, aprobado. Y ojalá en España la rompa, juegue donde juegue); y Alexis Sánchez, otro que poco tiene por demostrar (todos conocemos sus virtudes y efectividad, inusuales en jugadores nacionales), pero cuyo rendimiento fue fuertemente mermado por las lesiones, las preexistentes y las que se ganó durante el torneo, maltratado hasta decir basta por los zagueros rivales (y con la complacencia de jueces permisivos)... Más solitario, en punta, el enjuto y batallador Nicolás Medina, que se entiende bastante bien con sus compañeros, pero tiene la pierna derecha para no caerse y un cartel de goleador que no alcanzó a confirmar del todo. Alternando con ellos, el camioncito Jaime Grondona, que bien pudo pelearle la titularidad a Medina, y el liliputiense Michael Silva, de fugaz aparición en la definición por el tercer lugar.

Y otros, que quedan fuera de este humilde análisis, debido a sus escasos minutos en cancha (y debido a que tengo hambre). En general, un muy buen equipo... Una maquinita.

Puntos flacos: Mmmmm... No fue un buen indicio el cambio de look de varios jugadores antes de la semifinal. Más de alguien dirá que nada tiene que ver eso, pero denota la pérdida de enfoque en que cayeron (aunque fuera momentánea), recibiendo además a reporterillos de programillas de farandulilla que nada bueno traen consigo (la experiencia lo demuestra de manera concluyente)... Algo no funcionó ahí... Otra cosa: El descontrol generalizado exhibido frente a Argentina, más allá del teatro de los trasandinos y del arbitraje férreo, pero parcial, del alemán Wolfgang Stark... No se puede regalar una expulsión tan tempranamente y por un patadón sin pelota (Medel)... Y menos, regalar una expulsión por doble amarilla, ambas POR RECLAMAR (Currimilla)... Muy mal.

Párrafo aparte merece el accionar del periodismo en general. No sólo este gremio, sino que el colectivo cayó en una especie de exitismo adelantado, antes de ganar nada... Y esto es consecuencia, en gran parte, de la manera de abordar la entrega de información por parte de los medios de comunicación, perdiendo objetividad y siendo demasiado hinchas... Agrandando casi sin límites al héroe de turno: "Huaso cósmico", "San Arturo Vidal", "San Christopher Toselli", "la Rojaza" (esto último, en reacción al primitivo apelativo de "Rojita" y con la mala experiencia de la Adulta en Venezuela más que fresca en la memoria)... Para muestra un botón: Fernando Solabarrieta... Se agradecen los relatos y comentarios con condimento, apasionados... Pero este tipo se excede (y no sólo en esta ocasión, pues tiene antecedentes de sobra). Un poco más de mesura, por favor... Toselli es un buen arquero, pero tiene mucho por andar, aún; es joven, tiene que ganarse el puesto en su club (no la tiene nada de fácil, con Buljubasich delante de él) y la experiencia dice, aunque parezca una frase hecha, que los arqueros maduran más tarde que los demás jugadores; casos excepcionales existen (Iker Casillas o el mismo mexicano Guillermo Ochoa), pero no hacen más que confirmar la regla. Por tanto, no contribuyamos a hacerlo creerse Peter Schmeichel u Oliver Kahn, porque todavía está a años luz. Sensato sería integrarlo a los procesos de la selección absoluta, pero llevarlo paso a paso (como diría Mostaza Merlo), sin entregarle la camiseta así, sin más... Lo mejor de todo, es que el propio muchacho ha demostrado tener la cabeza más fría que el propio medio, pues no dudó en compartir todos los elogios recibidos con los integrantes de su defensa y ha declarado saber que tiene mucho por aprender aún... Bien por él.

Y la farándula... DÉJENLOS TRANQUILOS, POR LA MIERDAAAAAAA!!! No sean tan buitres, aprovechándose de las carencias que han marcado el desarrollo de muchos de estos jóvenes y sus familias (las "mamás de" y "tías de" han demostrado su predilección por las luces, cámaras y micrófonos), persiguiéndolos para preguntarles PURAS HUEVADAS... No los atraigan hacia el lado oscuro en que ya varios han caído (ejemplos sobran: gran parte de la sub-17 de Japón 1993, el lengua suelta de Pinilla, el sospechosamente cándido Mago Jiménez, su colega Valdivia, el Kike Acuña, y tantos más...) y no nos priven así, a quienes gustamos del deporte, de futuras estrellas de esta actividad, que es y será su profesión. AMÉN!

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